Una persona me dijo un día que las personas no morimos hasta que la última persona de la faz de la Tierra deja de recordarnos.
Nuestro cuerpo muere, pero el recuerdo perdura en las mentes de la gente que estuvo a nuestro lado ya fuera para bien o para mal.
Creo que lleva razón, pues vivo o muerto cada día le voy a dedicar un pensamiento a esta persona, pues malos pensamientos son los que recorren mi cuerpo cada vez que me acuerdo de lo desdichada que fui en sus brazos.
domingo, 24 de enero de 2016
sábado, 9 de enero de 2016
Instantes
Entré al supermercado con la lista de la compra en mano. Con paso decidido me dispuse a coger un carrito y a pasearme por todas aquellas secciones en busca de los alimentos anotados en la lista que tenía entre mis manos.
Las luces del supermercado eran tan intensas que dañaban a los ojos. Leyendo y buscando todos aquellos alimentos, iba un poco distraída y metida en lo más profundo de mis pensamientos.
En una de las secciones vi a una niña, de unos siete años de edad más o menos, estaba haciendo la compra sola; la cual no podía alcanzar una caja de cereales que se encontraba en el estante más alto. Así que, fui a ayudarla.
Aquella niña me recordaba a mí con su edad, yo también era enviada a hacer la compra y otros recados sola ya desde muy niña, y más de una vez me encontré en su situación. Por eso, me dispuse a ayudarla.
Cogí la caja de cereales y me dispuse a dársela, cuando de repente, la niña se giró y me miró. Me quedé sin palabras y muy asustada.
La niña me miró con sus ojos de una forma muy profunda sin decir ni una sola palabra. Yo no sabía que decir del miedo que sentía... Aquella niña era yo de pequeña.
No sabía que decir o que hacer. Esa imagen no sabía de donde había salido. ¿Por qué me estaba mirando a mí misma cuando era una cría? ¿Qué era todo aquello? ¿Serían imaginaciones mías?
Pero no, no eran imaginaciones, era todo tan real y palpable... No sé de donde había salido todo esto y mis piernas flaqueaban ante la situación. Mientras tanto, mi imagen de niña seguía mirándome sin quitarme la vista de encima, parecía una estatua. No transmitía luz en su mirada, era como si estuviese petrificada ante mí.
Cuando por fin pude reaccionar, me fui a toda prisa de aquel supermercado, dejé allí el carrito con media compra hecha, me daba igual la compra, yo sólo quería salir de allí en cuanto antes.
Momentos después, me di cuenta que lo que vi ante mí fue un instante de mi pasado, concretamente de mi niñez unos segundos antes de morir tras caer de aquel andamio y convertirme en un alma en pena del purgatorio.
Las luces del supermercado eran tan intensas que dañaban a los ojos. Leyendo y buscando todos aquellos alimentos, iba un poco distraída y metida en lo más profundo de mis pensamientos.
En una de las secciones vi a una niña, de unos siete años de edad más o menos, estaba haciendo la compra sola; la cual no podía alcanzar una caja de cereales que se encontraba en el estante más alto. Así que, fui a ayudarla.
Aquella niña me recordaba a mí con su edad, yo también era enviada a hacer la compra y otros recados sola ya desde muy niña, y más de una vez me encontré en su situación. Por eso, me dispuse a ayudarla.
Cogí la caja de cereales y me dispuse a dársela, cuando de repente, la niña se giró y me miró. Me quedé sin palabras y muy asustada.
La niña me miró con sus ojos de una forma muy profunda sin decir ni una sola palabra. Yo no sabía que decir del miedo que sentía... Aquella niña era yo de pequeña.
No sabía que decir o que hacer. Esa imagen no sabía de donde había salido. ¿Por qué me estaba mirando a mí misma cuando era una cría? ¿Qué era todo aquello? ¿Serían imaginaciones mías?
Pero no, no eran imaginaciones, era todo tan real y palpable... No sé de donde había salido todo esto y mis piernas flaqueaban ante la situación. Mientras tanto, mi imagen de niña seguía mirándome sin quitarme la vista de encima, parecía una estatua. No transmitía luz en su mirada, era como si estuviese petrificada ante mí.
Cuando por fin pude reaccionar, me fui a toda prisa de aquel supermercado, dejé allí el carrito con media compra hecha, me daba igual la compra, yo sólo quería salir de allí en cuanto antes.
Momentos después, me di cuenta que lo que vi ante mí fue un instante de mi pasado, concretamente de mi niñez unos segundos antes de morir tras caer de aquel andamio y convertirme en un alma en pena del purgatorio.
sábado, 2 de enero de 2016
Feliz año
Quisiera felicitarles a aquellas personas que leen las palabrejas que escribo bien en el Blog o en Wattpad el año. Gracias por sacar unos minutos de vuestro tiempo en leer lo que escribo.
Espero poder deleitaros pronto con más escritos. Gracias.
FELIZ AÑO.
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